A simple vista parece un roedor, pero hay pequeños detalles que lo diferencia: da tremendos saltos y es la versión en miniatura de un canguro.
El jerbo pigmeo es literalmente una pequeña muestra de la evolución. Vive en algunas zonas de África, especialmente en Egipto, y usa sus patas traseras para saltar y evitar el implacable el contacto con la arena del desierto.
El jerbo pigmeo es literalmente una pequeña muestra de la evolución. Vive en algunas zonas de África, especialmente en Egipto, y usa sus patas traseras para saltar y evitar el implacable el contacto con la arena del desierto.
Son animales nocturnos y rara vez salen al sol. La mayor parte del día se esconden en sus madrigueras, que llegan a medir entre 10 y 20 centímetros de profundidad. En el invierno adaptan su escondite para guarda alimentos.
Según informó el diario chileno “La Cuarta”, este pequeño mamífero es una mezcla entre ratón, canguro y liebre.
EN LAS ESTAMPILLAS
Además, al jerbo pigmeo también se le puede encontrar en algunas zonas de China y en Kazajistán es tanta su popularidad que su cara ha sido incluida en las imágenes de las estampillas de ese país.
Los científicos creen que el tamaño diminuto de este animalito, que mide apenas una pulgada de largo, se debe a la separación de las especies de la familia de los roedores, que se habría producido uno 8 millones de años atrás.
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